domingo, 1 de octubre de 2017

todo termina, todo acaba.

Sabía que buscarlo me terminaría por romper el alma entera... 
Sabía que no me amaba,
pero necesitaba escucharlo,
necesitaba verlo.

Si, quizá eso, era verlo a los ojos, 
que me dijera que no sentía nada por mi. 
y aun así me dijo que me quería,
pero para mi era suficiente.
 No me bastaba que me quiera, 
Yo quería que me amara.


¿acaso algún día lo podría olvidar?
¿acaso las gotas de agua subrayada con sal sobre mi mejilla valían la pena para ser él? 
¿acaso el dolor me mataría poco a poco,
 
convirtiéndose en amargura y luego en dolor? 
Quizá sea en dolor, luego en amargura. 

Ya huía, y mi huida era lenta, 
necesitaba primero darme en la madre para poder tomar valor
 y luego ser yo nuevamente.

Esa persona que tanto dice ser tan segura de sí misma, 
esa persona que dice decir ¡ya no!,
 y termina huyendo siempre con con el pretexto de que necesitaba un aire nuevo.
pero en esta ocasión no sería igual. 
correría, pero ya no estaría completa.
esta vez la mitad de, mi se había quedado con aquella persona.
y justo ahí... se quedaría.

Quizá es o era lo que me hacía falta para ya no estar,
 
para morir lento, para ser nuevamente aquella persona que era antes de que él llegara.

Ya no había ni rastros de que el me quería, y yo lo sabía;
pero necesita darme en la madre nuevamente, necesitaba comprobarlo.
Necesitaba sentirme perdida por una vez más, y está era la definitiva.

Y Me dolió, me dolió hasta sentir como el peor de los golpes me tocaba. 
y cómo toda persona... aprendí, aprendí a darme en la madre una vez más,
 como todo aquel que se dice sabe amar.