domingo, 1 de octubre de 2017

todo termina, todo acaba.

Sabía que buscarlo me terminaría por romper el alma entera... 
Sabía que no me amaba,
pero necesitaba escucharlo,
necesitaba verlo.

Si, quizá eso, era verlo a los ojos, 
que me dijera que no sentía nada por mi. 
y aun así me dijo que me quería,
pero para mi era suficiente.
 No me bastaba que me quiera, 
Yo quería que me amara.


¿acaso algún día lo podría olvidar?
¿acaso las gotas de agua subrayada con sal sobre mi mejilla valían la pena para ser él? 
¿acaso el dolor me mataría poco a poco,
 
convirtiéndose en amargura y luego en dolor? 
Quizá sea en dolor, luego en amargura. 

Ya huía, y mi huida era lenta, 
necesitaba primero darme en la madre para poder tomar valor
 y luego ser yo nuevamente.

Esa persona que tanto dice ser tan segura de sí misma, 
esa persona que dice decir ¡ya no!,
 y termina huyendo siempre con con el pretexto de que necesitaba un aire nuevo.
pero en esta ocasión no sería igual. 
correría, pero ya no estaría completa.
esta vez la mitad de, mi se había quedado con aquella persona.
y justo ahí... se quedaría.

Quizá es o era lo que me hacía falta para ya no estar,
 
para morir lento, para ser nuevamente aquella persona que era antes de que él llegara.

Ya no había ni rastros de que el me quería, y yo lo sabía;
pero necesita darme en la madre nuevamente, necesitaba comprobarlo.
Necesitaba sentirme perdida por una vez más, y está era la definitiva.

Y Me dolió, me dolió hasta sentir como el peor de los golpes me tocaba. 
y cómo toda persona... aprendí, aprendí a darme en la madre una vez más,
 como todo aquel que se dice sabe amar. 

miércoles, 19 de julio de 2017

A LA VIDA MISMA.

¿Qué le dirías a la vida si pudiera hablar y responderte? ¿si puedira vivir realmente?

¡Yo! En lo particular le diría que mirara al cielo cada que pudiera.
Le diría que tomara aire por cada vez que sienta que le llegado la muerte.  
Que se tome un trago de vino para no perder la costumbre.

La tomaría de la mano, caminaría junto a ella sobre la orilla del mar, le bailaría un poco de danza árabe o quizá musulmán, posiblemente le leería un poema con el asento español.

Le diría que cogiera una guitarra y con ella las cuerdas, y me cantara.
Tomara una mochila con apenas una muda de ropa y emprenda un viaje; de esos que te dejan huella no por el  modo en que lo hiciera, si no los pasos que diera.

Le diría que disfrutara del frío, del sol, de la luna, de lo que ve.
Que si se encontrara con personas las quisiera tal cuál son, independientemente de que la quieran a ella tal cuál es.

Que no pretenda ser quien no es, que sea tal cuál siente que es... "Es tu esencia" y eso es algo que muchos no saben que es.

Y si es que se topa en el camino con alguna persona así. Le tomara de los brazos y solo comentara:
Tienen miedo a las cosas nuevas, miedo a lo distinto. En cambio tú, tú vive...

Que sabrán los demás de lo que tú realmente quieres y eres, la mayoría siempre hace lo que es bueno para su reputación, intentando satisfacer a todos, quedando mal con todos y consigo mismo.

Le diría que viajara, aún así solo pague el boleto de ida; y tenga que terminar bailando en un centro histórico para poder regresar a casa.

Que gritara, cantara y bailara; que no le importen lo que los demás digan, que no le joda a la vida y que viva... que haga lo que le hace feliz.

Que si es necesario se embrigue de amor y aunque parezca ambulante bajo la luz de la luna, que sonría.
Que la felicidad depende de sí misma, que no importa cuán grande sea el dolor, al final, siempre se acaba todo.

Que no sea como los demás que esperan ansiosos a encontrar al amor de su vida en otra persona. Tal vez si buscas dentro de ti, te darás cuenta que siempre ha estado más cerca de  lo que se aparenta. 

Le diría que olvide el pasado, ni guarde rencor y mucho menos odio.
Las personas que normalmente lo hacen son aquellas que no saben invertir su tiempo, y eso pesa con el paso de tiempo.

Al igual, que le valga un cacahuete el comportamiento de los demás. Pero que esté ahí para cuando ellos necesiten de sus brazos.

Que llore cuantas veces sea necesario, que grite si así lo pide el inventario.
Que vuelva a iniciar, que de vuelta a la hoja o incluso cierre el libro.
Eso sí, nunca permita que los demás escriban en el libro de su vida.

Eso y mucho más le diría, pero bueno.
Ella... Ella es la vida y quien vive dentro de ella soy yo...
Así que me lo digo a mí misma... y también, también te lo digo a ti.

lunes, 29 de mayo de 2017

Procedimiento para ser un cactus

Primer día (lunes):
Sabía que comenzaba algo nuevo; Un nuevo comienzo, tenía miedo, el alma se me iba cada que podía de tan solo pensar  lo que podía venir.  Sin embargo, tuve fuerza, acepté, y no hubo lágrima alguna.

Segundo día (martes):
Mi maldita intuición me decía que debía seguir; para mi desgracia, casi nunca me fallaba. No sabía ¿por qué? Ni ¿para qué? Ni que era o podía ser; pero de lo que si estaba segura era de que ya había dado dos pasos y tenía que llegar al límite de pasos que se tendrían que dar. Y se tenían que dar bien.

Tercer día (miércoles):
No extrañaba, ni comodidades, ni siquiera a la persona que creía el amor de mi vida; me gustó no extrañarla, me gustó no pensar en él, mi alma se sentía libre, en paz... sin nada y en aún en medio de esa nada, podía sentir algo bueno.
No me extrabaña ni a mi, y pensar que me sentía perdida y tenía que ir a cualquier lugar de mundo para recoger eso que tanto me hacía falta. Pero incluso me olvidé de mí, sabiendo que lo que  hacía era para encontrarme... logré olvidar que me necesitaba y me sentía bien y me hacía bien.

Cuarto día (jueves):
Ya no tenía miedo, había desaparecido y junto con él, mis angustias y un poco de mis penas. Pero no entraba motivo igual para seguir, llegué por un momento a la conclusión de que de nada serviría luchar por lo que estaba luchando, mis fuerzas eran pocas para entonces.  Me había decepciónado de mi... de la humanidad y por un momento nada me importó; volví a extrañar y llorar y quise gritar... y me quise morir. Y comprendí a los hombres cuando por su maldito ego, tragan saliva y se hacen los fuertes y son fuertes. Y hubo solo una gota de sal con agua subrayando mi cara hasta el mentón y en ese entonces me sentí miserable.
Mi cuerpo estaba de acuerdo conmigo y me acompañaba con dolor, lo podía sentir, sentía cada parte acumulada de dolor, me podía sentir.

Quinto día (viernes):
No era aún el fin, si no el nuevo comienzo, apenas comenzaba. Pero este era genial, era especial, no era como todos los comunes y sencillos "nuevos comienzos", este era especial, al menos para mi. Y pensé: Eso de los cuentos de hadas puede ser real.

Sexto día (sábado):
No podía sentir nada, no podía sentirme, estaba en paz, está incluso sin mi, otra vez; pero aún en medio del todo y del nada aún pensaba en aquel personaje secundario de mi historia.

Séptimo día (domingo):
En en un día de Pascua, y aunque era el día de un comienzo y de nueva paz; yo no podía estarlo, un enorme sentimiento llamado fracaso y un dolor que aguardaba sobre mi garganta permanecía, y con ello unas ganas enormes de llorar, de volver a llorar como hace mucho no lo hacía... no podía, otra vez no podía.  Quería un abrazo de la persona a la que a diario pensaba, a diario extrañaba... no extrañaba el trabajo, ni a dos pequeñas, ni a demás personas, lo extrañaba a él, solo a él, lo quería a él y lo buscaba a él; pero una vez más. No podía tener nada de lo que quería tener, al menos no por ahora.

                                ...

Día nuevo (el día que me inventé):
Este día, lo supe todo, lo comprendí todo, comprendí que la vida no complace caprichos; si no sueños y deseos, comprendí que la vida no te pasa de lección hasta haberla entendido y hasta haberla aprendido. 
Y que eres tú quien debería pasar sobre la vida, sobre el tiempo, pero en muchas ocasiones suele ser al revés.
Comprendí que cuando algo te pone enfrente, es porque algo hay que aprender, comprendí que no todos tienen la dicha de entender,  ni de vivir.
Una vez entendiendo esto, no me quedó de otra más que:
Cerrar los ojos; abrir los brazos, sentirme muevamente mía, libre, cerralos solo para mi, tomar aire, y seguir.
Y me gustó y supe que me hacía bien.

jueves, 23 de marzo de 2017

Eres más de lo que ven.

¿Sabes? Esto va para largo, así que ponte cómoda y pon algo de música.
Hace tiempo que pretendo escribirte un par de líneas; más sin embargo voy a justificarme como de costumbre, empezando con un:
"Pero" es que no sé siquiera por donde empezar, ni que decirte, teniendo mucho que decir.
Así que empezaré por un...

TE QUIERO, NUNCA LO OLVIDES.

Te digo que esto es un escrito de los que me agradan hacer a mi manera, como carta; a la antigua, sobre una hoja de papel y un bolígrafo que son testigos de los rayónes tratando de que quede lo mejor posible.
Que para ser honesta no sé por donde empezar. Porque siento que ni aún escribiendo un libro voy a terminar de decirte lo que quiero y pretendo decir.
Así que os pido que no me juzgues por si no digo lo que esperabas leer... o porque quizá sientas que me he quedado a medias.
Echo tanto de menos a la niña que aparece cuando sonríe por cualquier ocurrencia, esa que por mucho que se empeñe a negar diciendo que ya es grande y que tiene que ir en busca de sí misma dando por terminada la alegría.
Y que al igual que ella quiera salir huyendo, la quiera aún conmigo.
Que por mucho que me cueste tenga que aceptar que está en busca de su destino... y que quizá tenga que irse. Créeme, si es así, ya lo acepté, o lo estoy aceptando.
El saber que sueña con cumplir los sueños de niña y sus deseos de joven, que por alguna razón se tienen que cumplir y volver realidad. Porque sabemos que no basta con desearlo, si no también ir en busca de ellos.
Estas son solo un para de líneas escritas de una mente loca... pero con palabras sinceras en medio de un sin fin de pensamientos.
Sé que a veces me alejo o que igual te vas... tranquila hablamos de un tiempo, esa que aplicamos cuando no sabemos a donde ir. 
Y es que a veces me pregunto: ¿Cómo me has soportado tanto?
Comienzo a pensar que estas mas loca tú que yo, tienes que tener mucha locura para poder aguantar a semejante loca... Así como a tanta realidad.
...

Aún recuerdo con una media sonrisa en la mejilla anécdotas que nos hacían reír, esa en donde tú sonríes a carcajadas por un oso mío y yo muero a carcajadas como foca cayendo sobre el suelo.
O las desveladas acompañadas de un poco de tequila en medio de una fogata o el cualquier lugar jugando con un par shots.
 O tal vez aún sienta el momento mas triste que viviste o que compartimos.
 O aún recuerde lo sueños que me mencionaste que tenias y que volviste realidad o que poco a poco se fueron apagando.
Los gustos que compartimos juntas aunque no sepamos ni que fruta le gusta a la otra, porque no terminamos por conocernos ni nosotras mismas.
Porque quizá aun recuerde las largas caminatas que dimos por no querer llegar a casa... y un sin fin de cosas vividas.
Creo que no pondré nunca para vivir lo que tú haz vivido, la verdad yo soy la mas chillona que tú.
Te diré que te arriesges cada que me preguntes algo y tengas miedo de hacerlo, sabes que es mi manera mas bonita de aventurarte a la vida será diciéndote que si, aunque me tiemblen  los labios por miedo a que te vayas, pero que al final, siempre voy a querer que vivas realmente la vida. Y diciéndote que lo hagas será la única manera para que abras tus alas y vueles.

Disculpame...
porque te he dicho que cuentas conmigo pero en realidad no he estado cuando lo necesitas.
porque daría lo que fuera porque no sufrieras, pero hay cosas que solo te tocan vivir a ti.
porque quizá he estado contigo, pero me la he pasado hablando de mi y me he olvidado de ti.
porque necesitabas un abrazo cuando estabas a punto de entrar en coma de tanto dolor que  sentías  como se te paralizaba el alma entera y yo no estaba para ti.
porque tuviste que ahorgar tu dolor en el silencio y estabas únicamente contigo misma.

Quizá he sido egoísta y me quede en el capitulo que te muestra la vida donde solo yo soy la que sufre, olvidándome de ti, olvidándome de todos, incluso hasta de mi.
porque tal vez, en vez se ayudarte con algo, por cada palabra que decía... lo que conseguía era confundirte mas; dejándote en medio de un mas grande dolor.
Discúlpame por no escucharte. 

Pero de algo no tengas duda... no eres una amiga: ERES UN HERMANA.

...

PD: En serio que mientras que pueda, te voy a estar jodiendo la vida.






viernes, 3 de febrero de 2017

Cuando te vayas

No voy a odiarte por no estar a mi lado...
Voy a odiarte por haber llegado a mi vida.
No voy a odiarte por no querer permanecer a mi lado...
Voy a odiarte por no querer hacerme daño, terminándote por alejar.
No voy a odiarte por no estar conmigo el 14 de febrero, mi cumpleaños o en el tuyo, en navidad o en fin de año...
Voy a odiarte por haber estado en los días cualquiera y hacer que me acostumbrara a ti.
No voy a odiarte por todas y cada una de las palabras erróneas que me dijiste...
Voy a odiarte por todo lo bonito que me dijiste y que ahora recuerdo a diario.
No voy a odiarte por haberme echo sentir que  valíamos ambos la pena...
Voy a odiarme a mi porque siento que y nadie vale la pena.
No voy a odiarte porque no me abraces ni me mandes ya los mensajes de buenos días...
Voy a odiarte por haberme dado unos cuantos y acostumbrarme a ellos...
...
voy a odiarte por no estar a mi lado.
voy a odiarte por extrañar tu mirada cuando no estas.
voy a odiarte por cada abrazo perdido desde que te conocí.
...
no, no voy a odiarte.
En realidad voy a odiarme a mi; por haberme permitido conocerte y tratarte y llegar a tal punto que pasen los años y seguir pensándote.
voy a odiarme porque no puedo dejar de escribirte aún sabiendo que para ti ya no exista.
voy a odiarme por no poder olvidarte y por olvidarme.
En realidad a ti voy a seguir queriéndote o mejor aún... como dicen los humanos de esa manera tan bonita en la que han optado por decir:
a ti, a ti voy a seguir amándote.