Empezaré por escribir que tuve que detenerme, dejando todo lo que realizaba parándome silenciosamente para poderte escribir, para volverte a tener.
Porque volverte a pensar es una manera de volver a tenerte.
Te diré que puedo dejar de pensar en todo menos en ti...
Te diré que a pesar de todo este tiempo te extraño, te sigo extrañando y es que contigo es con quien deseo estar justo ahora... justo quise estar ayer y es muy probable que mañana igual quiera estar junto a ti.
Te diré que recordarte es la manera más bonita de cerrar la herida que más me duele; esa que quedó cuando partiste.
Que estoy esperando a que te vayas, a que te manches, a que sólo quede tu recuerdo. A que no tenga ganas de gritar tu nombre, para que vuelvas.
Estoy empezando a entender que ya no estás, que sólo pasabas por mi vida, que ibas a tu verdadero destino y yo no estaba; no, no estaba en el.
No tienes ni ideas, no puedes ni creer cuanto te he esperado dormida, despierta; delirando e imaginándote.
Y yo, ya no tengo ganas de joder... porque empiezo a entender que tú no me ves, ni me veías en tu camino. Que solo fui yo la que pensó de más... La que se ilusionó demasiado y quiso soñar.
Te diré que aún espero alguna señal tuya, que me diga que vienes de regreso, pero las esperanzas a que vuelvas ya son pocas... te diré que te quiero en verano, en otoño, en invierno y en primavera... Que por extraño que parezca, te he querido de todos los modos.
Te he querido con los ojos abiertos y también cerrados.
Te he querido soñando despierta y dormida... que te he querido.
Déjame probar que es dejar de pensarte, dejar de quererte.
Déjame olvidarte. Porque aunque ya no estás, aún sigues, aun te pienso, aún te espero... déjame, déjame estar sin ti... déjame ya no pensar en ti.
Y es que ese día, El día que pase tu recuerdo, sabré que te he dejado ir, que la parte que dejé contigo ya no está ahí, que ahora ese algo que estaba contigo recordó el camino de vuelta a casa y ha vuelto a ella.
Déjame dejarte. Que me iré despacito sin prisa, casi sin moverme, casi sin que se note, sin que yo misma note mi propia ausencia.
Te diré, eso... y créeme serán pocas las palabras que te diga diciéndote lo ya dicho, te diré que aunque te diga esto, me ha faltado más para decirte...
Voy a irme; te diré que te dejo irte.
Porque esa será la manera más bonita... para quererte.
Te diré que te dejo ir, porque sé que así igual te amo y me amo, porque es por ti y también lo es por mí. Es por los dos, porque tu no me quieres ahí, justo contigo; aunque se que es justo ahí donde yo quiero estar. Pero, igual quiero que seas feliz. y alejándome de ti es la mejor manera que conozco.
Porque volverte a pensar es una manera de volver a tenerte.
Te diré que puedo dejar de pensar en todo menos en ti...
Te diré que a pesar de todo este tiempo te extraño, te sigo extrañando y es que contigo es con quien deseo estar justo ahora... justo quise estar ayer y es muy probable que mañana igual quiera estar junto a ti.
Te diré que recordarte es la manera más bonita de cerrar la herida que más me duele; esa que quedó cuando partiste.
Que estoy esperando a que te vayas, a que te manches, a que sólo quede tu recuerdo. A que no tenga ganas de gritar tu nombre, para que vuelvas.
Estoy empezando a entender que ya no estás, que sólo pasabas por mi vida, que ibas a tu verdadero destino y yo no estaba; no, no estaba en el.
No tienes ni ideas, no puedes ni creer cuanto te he esperado dormida, despierta; delirando e imaginándote.
Y yo, ya no tengo ganas de joder... porque empiezo a entender que tú no me ves, ni me veías en tu camino. Que solo fui yo la que pensó de más... La que se ilusionó demasiado y quiso soñar.
Te diré que aún espero alguna señal tuya, que me diga que vienes de regreso, pero las esperanzas a que vuelvas ya son pocas... te diré que te quiero en verano, en otoño, en invierno y en primavera... Que por extraño que parezca, te he querido de todos los modos.
Te he querido con los ojos abiertos y también cerrados.
Te he querido soñando despierta y dormida... que te he querido.
Déjame probar que es dejar de pensarte, dejar de quererte.
Déjame olvidarte. Porque aunque ya no estás, aún sigues, aun te pienso, aún te espero... déjame, déjame estar sin ti... déjame ya no pensar en ti.
Y es que ese día, El día que pase tu recuerdo, sabré que te he dejado ir, que la parte que dejé contigo ya no está ahí, que ahora ese algo que estaba contigo recordó el camino de vuelta a casa y ha vuelto a ella.
Déjame dejarte. Que me iré despacito sin prisa, casi sin moverme, casi sin que se note, sin que yo misma note mi propia ausencia.
Te diré, eso... y créeme serán pocas las palabras que te diga diciéndote lo ya dicho, te diré que aunque te diga esto, me ha faltado más para decirte...
Voy a irme; te diré que te dejo irte.
Porque esa será la manera más bonita... para quererte.
Te diré que te dejo ir, porque sé que así igual te amo y me amo, porque es por ti y también lo es por mí. Es por los dos, porque tu no me quieres ahí, justo contigo; aunque se que es justo ahí donde yo quiero estar. Pero, igual quiero que seas feliz. y alejándome de ti es la mejor manera que conozco.
Te dejaré ir y sólo quedarás tú en mí.
Ahora ve despacio, que esas entradas y salidas silenciosas son las mejores, ve y deja huella, en otro lugar...
Ahora ve despacio, que esas entradas y salidas silenciosas son las mejores, ve y deja huella, en otro lugar...
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