martes, 20 de septiembre de 2016

317 días más tarde.

Nos alejamos un ocho de noviembre por la noche, en un cálido domingo...
Y aún no supero aquella despedida donde estabas tan en calma.
Te fuiste y yo pensando que todo pasaría en un par de días, quizá en cuestión de horas.
Te fuiste y sin saber te di el abrazo más fuerte y cálido que apenas pude darte, estabas tan sin mí.
Te fuiste y por esa noche yo estaba como si nada, no pensaba que fuese la última vez.
Te fuiste y fue exactamente porque así lo querías: Sólo querías irte... Como si nada hubiese pasado, como si no hubiese existido un "nosotros".
Te alejaste como si no quisieras estar ahí ni un minuto más, como si quisieras borrar el "nosotros"
Y aquí me tienes escribiéndote nuevamente, pero esta vez de diferente manera, ésta vez para dejar un poco todo: Un poco de Ti.
Esta vez puedo decir que ya estoy despertando de ti. Me tenías tan ciega, que pensaba que en cualquier momento llegarías después de tanto tiempo lejos, de tanto tiempo sin mí.
Y ahora tuvieron que pasar trescientos diecisiete días para darme cuenta y entender que no me querías; que tus pocos "te quiero" y tus pocos "te amo" fueron falsos.
Que más que falsos, fueron hipócritas. Nunca hubo un nosotros. Siempre fui yo la  pensaba que eras diferente, que no eras como la mayoría de aquellas personas, pensaba que no eras uno más: que valías la pena, que tal vez no podía creer en los cuentos de hadas pero si podía creer en ti. Tal vez te creía lo que quería ver, lo que quería que fueras para mí.
Trescientos diecisiete días para entender que el tiempo que pedías no era un tiempo, si no era un adiós.
Que ilusa la vida, me enseñó de una forma tan brusca a no confiar.
Y tú fuiste el medio. Pero no me desilusioné de la vida.
 Hoy terminé desilusionándome de Ti.
Porque un par de meses después que partiste me terminé enamorando más de la vida; me enamoré más de ésta mierda... porque de eso está compuesta, sólo por existir humanidad. Donde lo único que hacemos es destruirlo todo en el mundo e intentar hacernos cada vez más las víctimas.
Me enamoré de ella, la terminé aceptando de la manera más bonita.
Esa manera que por último no me dejó verla como mierda, si no como maravilla. Y por mucho que intentó no se salió con la suya.
Tuvieron que pasar trecientos diecisiete días para entender que cuando me pedías tiempo, no estábamos en el mismo diccionario, que sólo era mi diccionario.
Te ofrecí mi constelación, mi tiempo, los minutos y los segundos de reloj. Y lo que tú querías era un adiós.
No te ofrecí un 14 de noviembre... te ofrecí los doce meses de cualquier año, posiblemente de mis años. Te ofrecí un noviembre acompañado de once meses más, incluyendo muchos años más. Y  cada una de sus estaciones.
Te obsequié lo mas preciado que tenía: Yo.
Y ni aún así te bastaron, no te fueron suficientes.
Y ahora trecientos diecisiete días más tarde puedo darme cuenta que dejaste todo lo que nos conectaba; incluso el alma y terminaste drásticamente olvidándome ese día y no viste que contigo se quedó la mía,no viste mi alma se quedó, porque aún te pienso.
Y hoy a pesar de que me he dado cuenta que la única que amó fui yo, mi alma te sigue buscando. Aunque mi cabeza tal vez ha aceptado que solo fui una más en tu lista de damiselas para poder jugar.
Trecientos diecisiete días para darme cuenta que para ti todo acabo desde aquel ocho de noviembre.
Y es exactamente un 20 de septiembre en el que ya han transcurrido trecientos diecisiete días en el que me doy cuenta que no hubo nada.
Trescientos diecisiete días para entender, que decidiste correr por no aceptar algo diferente a lo que estabas acostumbrado a tener. Y hoy termino pidiendo perdón aunque no lo sepas.
Pero perdón por no haber sido una más de las que estabas tan a gusto a tener, Perdón por dar todo y más de lo que pensaste que podías recibir. Perdón por saber realmente lo que valías y valorarte como no pensabas que lo valías. perdón por dejarte ir.
Perdón por amarte, Perdón por quererte.
     
                                                                Aún así, tuya soy...

No hay comentarios:

Publicar un comentario